martes, 14 de diciembre de 2010

De como los períodos de crisis acaban con unos y reflotan a otras.

    El lunes 15 de septiembre de 2008 quebró el cuarto mayor banco del mundo, Lehman Brothers y arrastró por delante a todos los mercados bursátiles del planeta. Al día siguiente, veiamos a algunos de los mas brillantes ejecutivos de Wall Street, muchos de los números uno de sus correspondientes promociones saliendo de la sede principal del defenestrado gigante financiero con todas sus pertenencias metidas en tan solo una caja de cartón. El selecto club de las bellas esposas y novias de tan influyentes y adinerados directivos entró sin apenas ser consciente de ello en una nueva etapa de su vida. La cual, les llevaría a pasar de ser guapas, ricas, caritativas, opulentas, atractivas, sexys y políticamente correctas damas; a discretas señoras de mediana edad que conviven en cualquier barrio de clase obrera llevando una vida de bajo perfíl, en contravía de lo que hasta ahora era hábito en su existir.  Pese a que siempre fueron y son las conscientes inspiradoras de muchas de las mas oscuras y obscenas fantasías de todo macho que a su alrededor pulule, hoy en día son conocedoras de que las épocas de lucirse como coquetas gatas han dejado paso a la vivencia intramuros de todas estas llamativas conductas.
    Yo no soy una de esas consortes millonarias e insolentes venidas a menos. Aunque si debo confesar que he dado el paso de compartir mi vida secreta; la que he llevado durante varios años por los rigores de esta ya extremadamente larga y puta crisis. En el fondo, he de agradecerle a la dichosa coyuntura financiera global el haberme permitido compartir con vosotros de una vez por todas esta fantástica vida que pese a ser un gran secreto ha sido el origen de mis mayores satisfacciones y las mas salvajes experiencias que atesora mi curriculum.
    Os invito a que continuemos juntos este incierto, pero seguramente apetecible camino. 

Esta soy yo, Lady Monique
       Besos

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